Mi querida ansiedad:

A ver reconozco que no soy una persona sincera, en mi vida he dicho infinidad de mentiras algunas mas piadosas y otras menos, creo que se volvió una manera de protegerme de mi mierda de vida, por ejemplo, solía inventarme las razones por las que no tenia papa, me hice de una historia muy bonita hasta tal punto que me la he creído como verdadera y tal vez hasta pasaría la prueba del polígrafo, me construí esa verdad en base a las cosas que fui escuchando.
La verdad es que en la pequeña infancia mi mama me dijo que mi papa se había muerto y yo recuerdo que me hacia sentir muy triste, todos los demás tenían papa y yo no, al crecer me entere poco a poco de que mi mama me había mentido, mi padre no había muerto, ella nunca había formado una familia con el, el no me quería, tenia otra familia, mas hijos, nunca supe nada de el, ni de mi abuela de la que por cierto llevo el nombre y... me construí mi propia historia, triste también pero mas llevadera para mi en la que mi nombre es extranjero porque mi abuela lo era, en la que me parezco a mi padre aunque nunca le he visto la cara, en la que mi madre eligió libremente ser madre soltera.
Crecí en la casa de mis abuelos aunque pensándolo mejor, iba y venia de una casa a otra, nuca tuve mi propio espacio, ni mi propia casa, ni mi propia cama, hasta bien mayor dormí con mi mama en la cama que alguien mas nos dejaba, entre esos ires y venires en un momento dado me construí otra mentira, yo tenia una casa y tenia esas cosas que deseaba, si a mis primos les traían una Nintendo por reyes magos y luego mis amigos o en la escuela me preguntaban ¿Qué te trajeron los reyes? yo respondía que una Nintendo, no era cierto, era mentira, creo que la parte mas dolorosa fue cuando me quise crear una familia de verdad en la que mi madrina A. era mi mamá y mi padrino R. era mi papá, dos personas a las que admire profundamente en mi adolescencia, para mi era natural, fácil, admirar a mi madrina que era una mujer fuerte, poderosa, emprendedora, bien amada, triunfadora que no a mi madre, a quien yo veía como una persona que no se había desarrollado profesionalmente, bastante ignorante, que no se había desarrollado en su vida ni económicamente, ni personalmente, ni formado una familia y además siempre se estaba quejado de todo y tenia un carácter horrible, mis amigas decían que tenia cara de soldado mal pagado y si que tenia esa cara, no era moderna, ni enrollada, era conservadora, arcaica, la detestaba.
No es de extrañar que marchara muy joven de casa, me embarace y marche y también fue una época de mentiras, en general baste decir que había múltiples engaños mutuos y el engaño de ser una familia que mantuvimos lo que pudimos, éramos un par de in maduros jugando a la casita, que daño hacemos las personas rotas, porque sin desearlo marcamos para siempre la vida de nuestras hijas, hubo mas mentiras por supuesto, algunas mas caras que otras, recuerdo la mentira de tener que ocultar que estaba embarazada otra vez porque el era incapaz de decírselo a sus padres, ni que decir de la tercera vez mas mentiras, que destrozo.

Luego apareció en mi vida D. y yo quería comenzar de nuevo, le hable de mi, de lo triste, lo real, aunque para ser sincera se colaron alguna de esas mentiras de toda la vida, como que mi padre es del norte del país y mi abuela de Texas, ya te advertí que hay mentiras que yo misma me he llegado a creer como verdaderas y el decidió amarme a pesar de eso, nos construimos una hermosa historia de amor a la que yo agregue mentiras ¿Qué cojones pasa conmigo?  para hacerla mas aceptable, porque la verdad la verdad aunque hermosa es muy inmadura, muy pasional, muy loca, así que le puse algo de cordura y madurez, la endulce, la hice palatable como los ultraprocesados que me quiero evitar comer.

Pero atrás tuve que dejar a mis dos pequeñas, yo no quería, eso es verdad, solo sucedió, aunque yo deje que sucediera, en ese momento podría haber sido una madre abnegada y haberlas elegido a ellas, pero lo elegí a el y la nueva oportunidad que me daba la vida, he intentado madurar y creo que lo he logrado en gran medida,  es decir estoy aquí, sincerándome conmigo misma, desnudandome, hablándole a mi cuadro de Dorian Gray que me produce sensación de repulsión y asco, aun así me veo con ternura y comprensión y pienso (en parte gracias a ti que me has roto) que puedo sanar, romper el circulo de vida de mierda y ayudar a mis niñas en el proceso.

Pero no he logrado quitarme el caparazón de las mentiras, casi nadie sabe mi pasado, no lo cuento por miedo al rechazo, al que dirán, a que me juzguen, que clase de madre deja a sus hijas, así que no hablo de ellas, también porque duele, dar explicaciones duele, simplemente un día deje de hacerlo, primero en convencimiento de que a nadie le importa y segundo por auto protección.

Como todas las demás, siempre he estado creándome ese puto caparazón de vida ideal para esconder la vida de mierda, las tristezas, las penas, las lagrimas, la falta de oportunidades, las mentiras que se me dijeron, las decisiones equivocadas que tome, los abusos, el abandono, la rabia.

Y claro a lo largo de tantos años se ha convertido en una carga pesada, que me pesa en la mente, el espíritu y el corazón, que me seca por dentro, que me desgarra y me rompe, si lo pienso así no es raro tener ansiedad y miedo, lo raro seria no tenerlo.


 

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