Mi querida ansiedad:

Hace unos pocos días murió P. mi perrin, tuvimos que tomar la decisión muy de repente, me agarro de sorpresa, tarde un par de días en que terminara de caerme el veinte , por supuesto que me sentí muy triste aunque sabiendo que era lo mejor ya que nos dijeron que estaba muy enfermo y podría estar sufriendo, de alguna manera saber que es lo mejor y lo correcto alivia el sufrimiento de los que nos quedamos y tomamos esas decisiones.

Aun así lo pase mal, lo pase mal porque lo extraño muchísimo, estaba muy hecha a el sin ser consciente de ello, veras, mi relación con P. como con el resto del mundo era una relación sin demasiados aspavientos, no soy la persona mas demostrativa del mundo, yo llegaba  casa lo veía en la entrada esperándome y dependiendo del día, podía darle un mimito rapido y saludarlo -"Hola P." o decirle_ "No te subas P. que me vas a romper las medias" o decirle _ "Hazte un ladin P. que no puedo pasar con la compra" y el casi siempre muy obediente me hacia caso o se dejaba mimar unos segundos en lo que yo entraba en casa y digo casi siempre porque algún que otro par de medias se rasgaron a causa de su emoción de recibirme en casa.

Yo sabia que el estaba donde yo estaba, salía del baño y el estaba ahí, (a veces incluso estaba conmigo dentro), despertaba y venia a buscarme por mi lado de la cama, siempre estaba en la cocina mientras cocinaba porque algo le daba (le encantaban las zanahorias) y de mas jovenzuelo en general siempre estaba donde estábamos nosotros, viendo la tele, jugando, bailando.... ya de mas viejito, porque era muy viejito, solía quedarse mas en su cama, estoy segura que porque el suelo le resultaba incomodo.
¿Sabes una cosa que recuerdo? Le encantaba echarse encima de mi ropa, así que si yo dejaba algo de ropa por el suelo el aprovechaba y entonces se echaba ahí para dormir mas cómodo y luego yo olía a perro todo de seguido, así que intentaba no dejar ropa en el suelo.

Las noches de tormenta, venia a buscar protección, lo escuchaba entrar en la habitación y posarse de mi lado de la cama y yo sacaba una mano y le acariciaba para que no se sintiera tan asustado.

Al despertar es el primero que venia a verme y me perseguía hasta la cocina y se quedaba conmigo todo el rato mientras desayunaba o comía o cenaba, sacarlo de la cocina era misión imposible, el quería estar ahí con nosotros, supongo que además de por la compañía pues porque somos torpes y se nos cae algo de comer y el esta atento para un bocadillo de ocasión de su comida favorita que es la que estamos comiendo nosotros, cuando era jovencito era brutal porque cazaba la comida en el aire y la escuchaba caer y la olía vamos no se le escapaba nada, a ultima hora había casi que decirle _"mira amigo aquí esta, comételo" porque se estaba quedando ciego y sordo.

Creo que teníamos una relación cotidiana, rutinaria, de amigos y compañeros de piso , que en algunos momentos se recuerdan que se quieren y se dan un buen atracón de mimos y otras  simplemente están que es lo importante.

Yo estaba para el, si se ponía malito lo llevaba al veterinario y le cepillaba los dientes de vez en cuando pero creo que lo mas característico de nuestra relación eran los paseos.

D. le daba de comer y por supuesto era mas demostrativo de amor que yo.

M. lo saca a hacer pis todos los días al parque de delante de casa.

Yo y solo yo tenia ese momento especial de salir a dar grandes paseos, me hacia compañía al caminar y el lo pasaba genial, volvía cansado pero feliz, le encantaba el campo y el pasto y el agua y le encantaba yo.

En sus ojitos podía sentirme muy especial, tenia una mirada noble, tierna y leal, por todo esto y mas cuando el pobre se estaba quedando dormido D. le decía "el mejor perro del mundo".

Los días siguientes estuve rayadisima, porque pensaba que si P. nuestro perro sabría que se estaba despidiendo de nosotros, si sabia que no íbamos a por el para traerlo a casa y ese pensamiento redundante estuvo en mi cabeza haciéndome sentir triste y llorar, además me vino a la mente una canción de Shakira que se llama "moscas en la casa" y la estuve escuchando y tarareando un par de días hasta que poco a poco la tristeza y el vacío ha ido dando paso a la resignación.

P. ya no esta y me hace falta.

¿Qué porque te cuento todo esto? cuando hay momentos que estoy nerviosa, que lo estaba, triste, estresada, pensaría que es tu momento de atacarme porque estoy vulnerable y no ha sido así, han estado mis emociones con normalidad he intentado permitirme sentirlas, he llorado lo que he que querido llorar y dicho lo que quería decir, aceptado la tristeza  siendo consciente de que poco a poco se tiene que ir, mientras P. se acomoda en su nuevo sitio que es mi memoria y corazón.

"Mis días sin ti son tan oscuros,
tan largos, tan grises,
mis días sin ti.
Mis días sin ti son tan absurdos,
tan agrios tan duros mis días sin ti.
Mis días sin ti no tienen noches,
 si alguna aparece es inútil dormir,
mis días sin ti son un derroche,
las horas no tienen principio ni fin,
tan faltos de aire, tan llenos de nada,
chatarra inservible basura en el suelo
moscas en la casa....
Mis días sin ti son como un cielo,
 sin luna plateada ni rastros del sol,
mis días sin ti son solo un eco que siempre repite la misma canción
tan faltos de aire tan llenos de nada,
chatarra inservible basura en el suelo, 
moscas en la casa.....
Pateando las piedras aun sigo esperando que vuelvas conmigo
aun sigo buscando en las caras de ancianos pedazos de niños
cazando motivos que me hagan creer que aun te encuentras con vida
mordiendo mis uñas,
ahogándome en llanto
extrañándote tanto
Mis días sin ti....
Mis días sin ti....
Como duelen los días sin ti...."

Hasta siempre amigo y gracias por tu amor incondicional.



 

Comentarios

Entradas populares