Mi querida ansiedad:
Parafraseando a Freud, todo es culpa de mi madre, alguna cosa en el proceso no salió bien, tengo fijaciones orales, es verdad que cultural o socialmente se suele pensar o decir que todo es culpa de la madre, ahora que yo misma soy madre me doy cuenta que sin duda todo es culpa mía, sea verdad o no.
Pero sinceramente mi relación con mamá ha sido difícil desde el principio de los tiempos, no es todo culpa suya, o si, porque bueno también será culpa de sus padres que seamos sinceros, dejaban mucho que desear y seguro que si nos remontamos mas allá a sus abuelos, bisabuelos, tatarabuelos, habrá historias tristísimas, de lucha, de rebeldía y otras como esta que va mas de sumisión.
Mi abuelita, una mujer dulce donde las haya, buena, cariñosa a su manera, así la recuerdo, bueno también la recuerdo recta, dura, me castigaba o lo intentaba porque yo si que fui rebelde y desobediente desde bien pequeña, cuenta una leyenda familiar que una vez le dije que le pegaría con mis propias manitas si ella me seguía castigando o pegando a saber, no recuerdo golpes, pero si castigos, a ver, mi mama trabajaba y yo era una niña a cargo de sus abuelos y una niña trasto y no es que ellos fueran expertos en el cuidado de niños, al contrario. Mi abuela tuvo 13 hijos y 5 abortos clandestinos que podrían haberla matado, mi abuelo un macho machísimo de su época, nunca ayudaría ni a cambiar un pañal, me imagino a mi abuela al cuidado de sus hijos, su casa, buscando que darles de comer a sus hijos, plantando lo que buenamente podría, cuidando los animales que buenamente tendría y encima, prestando su cuerpo para que mi abuelo siguiera teniendo hijos, mientras mi abuelo en política, en mítines, se jactaba de haber poblado aquel lugar.
Que bonito.
En aquella maravillosa situación, no es de extrañar que mi madre que es la segunda mujer en orden de nacimiento, cuidara de sus hermanos pequeños y de los mayores en cuanto pudo, ella me ha dicho que sus primeros zapatos se los compro ella fruto de su trabajo siendo apenas una niña, porque no solo cuidaba de los bebes que iban naciendo, encima cosía guantes y servilletas para vender y ganarse unos pesitos, que pena caray, claramente no fue a la escuela, renuncio a todo lo que podía renunciar incluyendo la posibilidad del amor.
Una vez me conto que un rico hacendado se había fijado en ella, mi madre era muy guapa, alta, espigada, pelo negro ondulado, guapa de verdad y claro a ella le gustaba también el, pero juro a dios que si curaba a mi abuela de una enfermedad que tenia, no volvería a verlo nunca mas y así fue, mira que yo soy bastante atea y aunque dios no tuviera nada que ver ella cumplió 30 años al cuidado de sus hermanas menores.
Fue así como con 30 años mi abuelo ( inserte adjetivos múltiples aquí) la mando a cuidar o sea a hacer de madre de sus hermanas pequeñas en la ciudad donde iban a estudiar magisterio y fue ahí donde en una escuela para adultos aprendió a leer y escribir en 6 meses.
No hace mucho le pregunte porque aguantaba todo eso, porque no se busco un trabajo, un novio y se marcho, no lo sabe, falta de carácter, miedo, me conto que había encontrado un trabajo y no la habían contratado porque no sabia hacer cuentas, eso debe anular mucho mucho a la persona, debe hacerte sentir super poca cosa, invalida y la mente es tan poderosa que termina creyéndoselo cada vez mas y mas.
En medio de todo aquello y de alguna cosa buena que me hubiese gustado que la marcara mas y le diera mas fortaleza, le pasaron cosas buenas, conoció a gente que valoro su trabajo, su inteligencia (que la tiene), su belleza y bondad, tuvo mas de un trabajo y según me cuenta incluso le ofrecieron ser candidata a diputada de un pueblo, iba a perder obviamente que de aquella solo ganaba el PRI pero bueno, era algo bueno para ella, pero lo rechazaba... y entre medias conoció a mi papa, ella dice que quería ser madre y se vio con 41 años y apareció el de 27 años y se dejo convencer... no se como, nunca me lo ha contado, solo dice que era muy convincente el buen hombre, del cual solo he visto una triste foto, se que era alto, de ojos verdes y bigotazo, creo que me recuerda a Vicente Fernandez o a uno de mis tíos que por cierto, me cae fatal, debía de serlo, convincente digo, y además de tener una labia increíble porque o le mintió o la convenció aun a sabiendas de que estaba casado y tenia de aquella al menos un hijo que es algo mayor que yo.
Siempre he pensado que la engaño y que ella no lo supero, por eso nunca jamás volvió a tener ningún hombre en su vida, NINGUNO, no se volvió a enamorar, no la volvieron a cortejar, que triste... otra vez siento pena infinita por ella.
De aquella canita al aire nací yo, pero ya te lo contare en otra carta mañana que ahora me tengo que ir a taichi.
Ta luego querida.
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